La mayor obsesión de las hadas son las flores, a las que miman y cuidan con rigurosa estima. Siempre se las ve en lugares donde abunda la vegetación, pero suelen ser más felices en valles en los que existan flores exóticas que despidan un aroma intenso.
Las hadas consumen las delicias que ellas mismas elaboran. Alimentos a base de bayas, setas, raíces y productos derivados de las flores como el néctar, el polen y los pétalos, son sus favoritos. La miel también forma parte de sus manjares más preciados, así como lo es el jengibre. Una cestita de jengibre con miel en el jardín será el banquete ideal para estos seres mágicos, por más tímidos que se muestren.También gustan de la cebada y, claro está, del chocolate, la golosina del corazón. El más delicioso licor para olvidar el frío del invierno, también descongela el corazón más rígido y hace brillar los ojos vencidos.Las hadas representan el arquetipo de la defensa y protección del medio ambiente y son capaces de atravesar sin problemas cualquier obstáculo material.Su esperanza de vida, se estima puede estar entre los 500 ó los 600 años.Otro dato curioso es que tienen un tabú especial que no soportan: la sal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario